viernes, 18 de abril de 2014

Cultura Libre en las bibliotecas públicas

Una crítica propositiva frente a la industria cultural

¿Es posible que la cultura esté limitada o aprisionada? Algunas personas y colectivos que apoyan la Cultura Libre piensan que sería mejor decir "liberar la cultura", como una especie de manifiesto que se debe hacer evidente al momento de nombrarlo para que todos entendamos a cuáles problemáticas le apunta este concepto.

Podemos usar esta imagen gracias a la Universidad Nacional de Colombia.



El  movimiento que se hace llamar Cultura Libre explica lo que sucede cuando las expresiones y manifestaciones culturales de las comunidades, representadas en sus creaciones, son encerradas en círculos del mercado, casi siempre privativos, rodeados de leyes o protocolos de industria cultural que sólo conducen el acceso a estas creaciones hacia el intercambio lucrativo.


Es decir, que las pinturas, películas, libros, desarrollos científicos, fotografías, música y cualquier otro tipo de creación humana está encerrada por las dinámicas de la industria cultural. Una de las formas que se reconocen desde esta perspectiva es la figura de "Todos los derechos reservados" (Copyright), lo que ha le ha dado una mirada de "producto" a cualquier tipo creación. Entonces un televisor, un computador, un libro, un álbum musical, una pintura, una vacuna o un importante descubrimiento en la ciencia se convierten en cosas que se llevan al mercado principalmente para comprar y vender, dejando en segundo plano el valor del conocimiento y de compartirlo para el bien común.


Una propuesta que asume la Cultura Libre es dar a conocer las libertades del Software Libre por contener las premisas que dan sustento a esta idea: 

"Un programa es software libre si los usuarios tienen las cuatro libertades esenciales:
  • La libertad de ejecutar el programa para cualquier propósito (libertad 0).
  • La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
  • La libertad de redistribuir copias para ayudar a su prójimo (libertad 2).
  • La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (libertad 3). Esto le permite ofrecer a toda la comunidad la oportunidad de beneficiarse de las modificaciones. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello".
Si reemplazamos la palabra "programa" por "conocimiento" o "educación" y "código fuente" por "información", "datos originales", "metodología" o "receta" podemos comprender que estas libertades también pueden ser aplicadas en otros contextos creativos además de la programación y la tecnología.

Documentación abierta para conectar saberes y territorios

Las bibliotecas públicas pueden aprender de estas libertades para compartir los procesos creativos que llevan a cabo con las comunidades que las habitan, lo que puede fortalecer el servicio de información local, co-creado, compartido, comunicado y puesto a disposición de todos para que otras bibliotecas, organizaciones, grupos de estudio, colectivos y personas puedan replicarlo, mejorar y adaptarlos a sus intereses y necesidades propias, para a su vez devolver las experiencias al nodo original y diversificar lo aprendido.

Algunas posibilidades de la Cultura Libre en el contexto bibliotecario son:

- Open Data: mayor eficacia en el servicio a la ciudadanía gracias a la participación y creación de contenidos a partir de datos creados, recopilados y compartidos con la comunidad, de una manera abierta para que otras comunidades modifiquen y retroalimenten la información.

- Software libre: una infraestructura tecnológica acorde al contexto público de las bibliotecas en el que el software es una plataforma para crear y soportar el conocimiento colectivo. El software libre tiene mejor adaptabilidad y capacidad de mejora constante según las necesidades. No requiere pago por actualización constante de licencias como sí lo solicita el software privativo, lo que disminuye el gasto y optimiza la inversión del dinero público. No es necesario contar con soporte técnico de un ente específico sino de aquellas personas, organizaciones y colectivos que cuenten con el conocimiento para asesorar y disponer sus saberes según las necesidades e intereses de las bibliotecas, lo que significa una mayor democratización de la contratación pública para este tipo de servicio.

- Licencias Creative Commons: este tipo de licenciamiento abierto permite que otros puedan usar el material creado en los diversos procesos de las bibliotecas para aprender y recrear los aprendizajes desde la autonomía y la colectividad: cartillas, guías didácticas, fotografías, libros, ponencias, videos, manuales, entre otros. 

Esos otros pueden ser organizaciones culturales, medios de comunicación comunitarios, artistas y creadores que habitan los territorios en los que nos encontramos. Si ellos pueden acceder, adaptar a sus necesidades y contxto ese conocimiento, y replicarlo,  tendríamos una estrategia de Lectura del territorio a partir de las acciones conjuntas de Gestión Social y Cultural y Cultura Digital.



Desde el área de Cultura Digital del Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla - La Quintana entendemos La Cultura Libre como una perspectiva acorde con el rol de las bibliotecas públicas de Medellín y su propuesta de valor "Conectar territorios para contribuir al desarrollo de la ciudadanía". Es por eso que estamos comenzando a pensar nuestras iniciativas a través de una metodología de código abierto, sostenible y diverso porque se comparte entre todos.

En próximas entradas les estaremos contando cuáles son esas acciones de Cultura Digital y Cultura Libre que estamos adelantando. ¡Estén atentos!
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Si quieren colaborar en esta premisa de Cultura Libre en la biblioteca, pueden escribirnos a tecnologia.quintana@bibliotecasmedelin.gov.co